martes, 22 de julio de 2014

23 segundos de postre.

Acostumbramos al mirar enfocar un objeto. Y eso nos convierte en perseguidores de objetivos. Las cosas continúan su existencia independientemente de nuestra consciencia de ellas, nos perdemos casi todo lo que pasa, esas escenas anónimas que carecen del desgastante guion con el que queremos contaminar todo. Un dictatorial inicio, nudo y final. Las cosas pasan porque si, y dejan de pasar porque si. Las historias que nos inventamos son un patético intento por dotar de orden el anárquico y eterno suceder y no suceder de las cosas.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho lo que leí. Gracias.
    Existe una cita del poeta y místico Angelus Silesius en donde expresa la naturalidad de las cosas, las cuales no son creadas por quien se las representa a través de los sentidos, sino por su individualización o por su finalidad en sí misma. "La rosa es sin por qué, florece porque florece". También se tiene...O por lo menos yo, el amor hacia las cosas, los objetos. Son compañeros sin voz con formas y olores, que durarán más allá de nuestras vidas, no sabrán nunca que nos hemos ido.

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