De las cosas que veo y me llaman la atención. Este es un espacio para especular, para escribir, a veces para tratar de entender. O simplemente para hacer uso del derecho de observar.
jueves, 27 de marzo de 2014
LA MEMORIA INVERSA
La memoria es el único cable que te conecta a este mundo. Vives, amas y sientes con el único secreto objetivo de alimentar tus recuerdos.
A veces cuando alguien me reclama un recuerdo que se me escapa, un momento sublime, un lugar… me consuelo pensando que simplemente lo olvidé, cuando la verdad es que no está aquí, no se quedó, no lo viví, nunca ocurrió para mí.
Guardo con más fervor mis recuerdos que mi dinero. Trato de mantenerlos en mi mente de la manera más vívida posible, porque es la única manera de engañar al tiempo que se ha creído que las cosas sólo pasan una vez. Es la única manera de engañar a aquellos que creen haberse ido para siempre. La única manera de ir de nuevo y volver inmediatamente. Es más, no suelo tener fantasías, sino recuerdos sexuales.
Estando enterrado vivo en una celda de máxima seguridad de la prisión de Baltimore, Hannibal Lecter, rodeado de sádicos malolientes cerraba sus ojos y recorría, con impresionante precisión, caminos entre los bosques lituanos que lo vieron crecer, olía el aceite que sangraban los pinos y sus pies humedecían un poco el frío concreto de la celda cuando a propósito pisaba el arrollo en el que jugaba con Mischa.
Una de mis más lastimeras pérdidas es descubrir que me cuesta traer la textura de una piel y la imagen cenital de una mujer a la que el tiempo me quiere arrebatar sumando años y restando nitidez, develando mi truco y cobrándose lo suyo.
Memoria y muerte se entrecruzan en caminos inesperados, y después de un tiempo se vuelven amigas sigilosas que conspiran en mi contra.
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